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Curiosidades sobre el estornudo

Descubre por qué estornudamos, cuál es la función de un estornudo en nuestro organismo o cuál es el origen de expresiones tan habituales en nuestros días de gripe o alergia como "salud" o "Jesús".

Qué es un estornudo


Un estornudo es una expulsión brusca, involuntaria e irrefrenable de aire, a través de la nariz y de la boca, cuya causa es la irritación de la mucosa nasal, provocando una fuerte inspiración de aire que pasará a los pulmones y desde los cuales se excretará al exterior.
Cuando el aire es lanzado a través de la boca, lo hace de una forma violenta y ruidosa a una velocidad de hasta 160 Km/hora.
En realidad, el estornudo es un mecanismo de defensa del aparato respiratorio para poder eliminar cualquier sustancia irritante como el polvo, polen, etcétera.
En el acto del estornudo están involucrados una alta variedad de músculos que trabajan juntos y en el orden adecuado, como son:
  • Músculos abdominales.
  • Músculos del pecho (el diafragma).
  • Músculos que controlan las cuerdas vocales.
  • Músculos de la parte posterior de la garganta.
  • Músculos de los párpados (es muy difícil estornudar con los ojos abiertos).

¿Por qué decimos Salud?

Cuando estornudamos, tenemos la costumbre de decir palabras o frases de las que no conocemos su por qué, pero aun así, las seguimos mencionando. Las razones hay que buscarlas mucho tiempo atrás, en distintas civilizaciones donde, en cada una de ellas, existían supersticiones.
Estas expresión después de cada estornudo se remontan a la época romana: los católicos romanos pensaban que cuando una persona sana emitía un estornudo, era señal de que el cuerpo intentaba expulsar los espíritus malignos de futuras enfermedades, por lo que acto seguido, después de estornudar, se decían toda clase de frases que invocaban felicidad, como “enhorabuena”, “felicidades”...
Pero esta costumbre se perdió a partir del año 590, durante el reinado del Papa Gregorio I (540-604). En este período de tiempo apareció la peste en Europa, donde los enfermos estornudaban con bastante frecuencia. Para combatir la enfermedad, el Papa ordenó rezar de manera constante oraciones cristianas invocando a Jesucristo o a la virgen, por lo que cada vez que alguien escuchaba el sonido de un estornudo debía ser inmediatamente bendecido para evitar el desarrollo de la peste. Así se inicia la costumbre de que actualmente se siga diciendo “Jesús” o “salud” al oír un estornudo. Algo que también ocurre en otros idiomas, como por ejemplo “bless you” o “God bless you”, en inglés.
Una historia relata que el general ateniense Jenofonte, en el año 400 a. C., entonó un trágico discurso incitando a sus soldados a acompañarlo a la libertad o la muerte contra los persas. Después de estar hablando durante una hora, uno de sus soldados estornudó, entendiéndose como una señal favorable de los dioses, haciendo así general a Jenofonte, siguiéndose todas sus órdenes.
Entre los egipcios y los griegos un estornudo era un augurio. Cuando se producía por la tarde era bueno, mientras que si se estornudaba nada más levantarse de la cama o de la mesa podía tener consecuencias negativas. Si lo hacía un recién nacido se consideraba dichoso.
En Japón, el hecho de estornudar dos veces seguidas es señal de que alguien está hablando de ti.